LOS OCHO SÍMBOLOS DE BUEN AGÜERO DEL BUDISMO TIBETANO – ASTAMAMGALA
Presentes desde siempre en la cultura tibetana, son objetos que han tomado un papel cada vez mayor en las ceremonias y en los rituales hasta ser considerados sagrados. Son símbolos de protección y de guía a la felicidad y a la serenidad; todos los símbolos están relacionados y no podrían existir por separados, ya que su eficacia se manifiesta en la unidad.
LA CONCHA – SANKHA
Antiguo objeto ritual de origen india, la concha blanca se presenta habitualmente como una espiral que evoluciona hacia la derecha y que termina en punta (caracol). Símbolo de la Divinidad en su forma femenina, de realeza y superioridad, representa el profundo y victorioso sonido que difunde la enseñanza del Dharma, alcanzando y transmitiéndose a las distintas naturalezas, pasiones y aspiraciones espirituales, despertando desde lo más hondo de la ignorancia y del sufrimiento cada ser para poder lograr y obtener la liberación.
EL GLORIOSO NUDO SIN FIN, O NUDO DEL AMOR INFINITO – SRIVATSA
Compuesto por lineas continuas y cerradas que se cruzan entre ellas, se asocia al primer símbolo de convertirse sin fin y emblema de constante aparición del mundo y que nos recuerda que los fenómenos están entrelazados a sus causas y condiciones. Representa la unión de la Sabiduría y del Método, de la energía masculina y de la femenina, su armónica imposibilidad de separación, en un estado de amor infinito, vida infinita y realización de la unión. Es el supremo símbolo de buen agüero, que recuerda como cada efecto positivo y favorable para nosotros en el futuro tiene sus raíces y sus causas en nuestras acciones presentes.
LOS PECES DE ORO
Los dos peces se representan verticales y paralelos y en su origen representaban los ríos sagrados Gange y Yamuna. Alegoría del Señor del Mundo, los peces de oro se encuentran representados solamente juntos a los demás símbolos de Buen Agüero: expresan la esperanza y el deseo de que todos los seres vivos puedan existir en un estado de ausencia de miedo, salvados del peligro de caer en el océano del sufrimiento y libres de haber adquirido la conciencia de la esencia primaria, así como los peces nadan en el mar libres por naturaleza.
EL LOTO – PADMA
Es la más alta visión de pureza y belleza: el tallo del loto surge de las aguas de estanques y lagos con más o menos lodo para florecer con un tipo de flor incontaminada, prístina, virgen y perfecta sobre la superficie de las aguas, planta única que gracias a la fuerza de su tallo florece con un numero de pétalos siempre regular, de ocho a doce todos iguales. En su simetría los pétalos representan la armonía del Cosmos, ocho como ocho son los rayos de la rueda del Dharma.
El lodo representa el sufrimiento y todo lo que retiene nuestro ser de adquirir una clara visión que gracias a la practica de la Doctrina, el tallo, nos permite elevarnos de todas las contaminaciones del mundo.
El Loto también es símbolo de la pureza del cuerpo, de la palabra y de la mente: es la verdadera esencia de nuestro ser que se ha quedado virgen no obstante el lodo del mundo y que se realiza solamente a la luz de nuestra conciencia. La flor de Loto es el trono del Buda, o sea del Amor Compasivo del cual el Dalai Lama, llamado también Señor del Loto Blanco, es la encarnación.
LA SOMBRILLA – CHHATRA
La sombrilla es símbolo de la Dignidad Regia, de quien detiene el poder espiritual: en la iconografia tibetana está presente en distintas variaciones, más o menos elaboradas y coloreadas y siempre sostenida por una solida estructura de madera. Expresa la perfecta energía del Dharma para proteger a todos los seres que siguen la Doctrina de cualquier obstáculo y fuerza contraria, de la enfermedad y de la ignorancia, de la pena y del renacer en reinos inferiores, para que puedan alcanzar la completa extinción del sufrimiento.
LA VASIJA DEL TESORO – KALASA
El uso de la vasija tiene origen en los comienzos del Budismo, adquirido de la tradición india donde se utilizaba para encontrar agua; metafóricamente está ligada a la realización y a la posibilidad de conceder los deseos materiales.
Su forma es habitualmente redonda con un cuello que se alarga y encima de la parte superior se encuentra una joya que indica el valor de su contenido: el néctar de la inmortalidad ligado a la Eternidad de la Doctrina y del Conocimiento.
LA RUEDA DEL DHARMA – CAKRA
La Rueda de la Doctrina o de la Ley, es el más difundido y antiguo símbolo indio, referencia al Sol y a su atributo como arma.
La Rueda está formada por el cubo, los radios y el circulo: el cubo representa el Motor Inmóvil, la esencia primera de la mente; los radios representan al Noble Ocho Veces Sendero que hay que recorrer para alcanzar la liberación del sufrimiento. Las ocho Vías son: recta visión, recta intención, recta palabra, recta acción, recto comportamiento, recto esfuerzo, recta presencia mental y recta concentración. El circulo representa el mundo y su continuo y eterno devenir hasta la derrota de la ignorancia, que es la raíz del sufrimiento.
Otra interpretación de la Rueda ve el cubo como la practica de la Disciplina, por la cual la mente viene se apoya y se hace fuerte; los radios son la practica de la Sabiduría en la comprensión del vacío de todos los fenómenos que llevan a la erradicación de la ignorancia y del mal; el circulo indica la enseñanza a la meditación que sostiene la practica de la Doctrina.
La Rueda del Dharma es por eso símbolo universal de la Doctrina que lleva a la liberación del dolor, representa la enseñanza del Buda y nos recuerda que Dharma, la ley universal, todo abarca y completa en si misma, no tiene principio ni fin, y está más allá del tiempo y del espacio.
EL ESTANDARTE DE LA VICTORIA – DHVAJA
Realizado normalmente en madera y seda, con aspecto más o menos cuidado, generalmente se cuelga en el centro del techo del salón principal del monasterio y también de la residencia privada.
Parecido a una bandera enrollada, representa la victoria del cuerpo, mente y palabra de cada uno de nosotros en el momento en el cual utilizamos la practica del Dharma, demuestra al poder y el triunfo del conocimiento sobre la ignorancia y el miedo, alcanzar la felicidad como fin último.
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